¿¡No te gustaría vivir sin fuego!?
Imagina el mundo sin fuego. No habría comida cocinada ni fuegos artificiales, y tampoco habría cómo mantener el calor en los climas fríos. El fuego puede ser peligroso, pero por cientos de años hemos aprendido a manejarlo. Lo utilizamos para fabricar vasijas de barro, de cristal y objetos de metal. Nos sirvió para inventar la máquina de vapor, el motor de combustión interna y el cohete.
¿Qué sería de nosotros sin el fuego?
Consejos de los expertos
• Mantén alejados los fósforos del papel, la madera y la gasolina.
•Nunca te duermas ni dejes la estufa sola si estás cocinando.
•Recuerda probar tu alarma contra incendios regularmente y cambiar las baterías siempre que sea necesario.
• No juegues con fuego. Puede que sea útil, pero es muy peligroso.
En la actualidad, acudir al odontólogo es, por lo general, una experiencia segura e indolora. Pero ese no siempre fue el caso. En siglos pasados, la única cura para los dientes cariados era arrancarlos, sin anestesia, y solamente con el golpe de un tambor para nublar tus sentidos y ahogar tus gritos. Sigue leyendo, si te atreves, y aprende cuánta suerte tienes de vivir en tiempos modernos.
Los mejores consejos de los expertos:
– Ten cuidado con el pelícano; esta antigua herramienta de los dentistas podría romper el maxilar de un paciente.
– No creas en el rumor de que los dientes postizos de George Washington eran de madera. Estaban hechos de colmillos de hipopótamo.
– Cepilla tus dientes durante al menos dos minutos, al menos dos veces al día.
– Debes estar agradecido con los odontólogos modernos. Visita al tuyo regularmente.
Gigantesco y magnífico, deambula por los helados parajes del Ártico, cazador poderoso, madre atenta, delicado compañero de juegos; el oso polar comparte esta tierra de hielo y nieve con los inuit, quienes lo observan y aprenden de él. ¡Ven a admirar la majestuosidad del oso polar!
Enseñarles a los niños pequeños a aceptar a las personas que se ven diferentes a ellos, y hasta lograr que se den cuenta de las ventajas y la belleza que hay en las diferencias, puede ser a veces una tarea difícil. Con paciencia y ternura, la ingeniosa madre de esta historia encuentra la manera de hacerlo con preguntas muy simples.