En un reino muy especial las cosas no eran lo que parecían. La bruja, aunque flaca y fea, era muy dulce y buena. La princesa hermosa, como todas, era en cambio necia, inculta y perezosa. La reina, muy preocupada, busca consejo en la bruja y, poco a poco, al descubrir lo que en verdad la hace feliz, la princesa se transforma, como por arte de magia.
Una joven estudiante de medicina de último año conoce en su clínica de práctica a una pequeña encantadora de nombre Miguela, quien la sorprende con su genialidad y visión poética del mundo. En la clínica aparecen extrañas figuras de origami y se especula que fueron hechas por el fantasma de un paciente japonés, pero no, son los mensajes de amor y alegría de Miguela. Cada figura esconde un breve relato o reflexión sobre la sencillez y belleza de la vida.