Laura ha tenido un mal día. Cuando Leo, su mejor amigo, le gana por tercera vez en el juego, su paciencia se acaba y le lanza una palabrota… Ambos se van a casa afligidos. Leo no comprende por qué Laura lo ha insultado, ella realmente no quería hacerlo, pero no sabe cómo arreglarlo. La palabra permanece allí, molestando y volviéndose cada vez más importante. ¿Cómo deshacerse de ella? Este relato aborda con imaginación la forma como se expresan algunas emociones y sentimientos cotidianos. Ayuda así a comprender las relaciones interpersonales.
Un niño le pregunta a su mamá cómo era cuando era bebé, luego un monito hace la misma pregunta y lo siguen muchos otros animales. Sin embargo, cuando es el turno del sapito, las cosas se empiezan a poner un poco más complicadas, pero una canción lo resuelve todo.
Dos niños muy creativos le muestran al lector como pueden encontrar una vocal “escondida” en cualquier parte. Las entretenidas sugestiones les ayudarán a los preescolares a asociar la forma de cada una de las 5 vocales con cosas que encontrarán en su propio mundo.
Desde muy chico, Peter amaba las palabras y con ellas hacía largas listas. Peter pensó, “si todas las palabras del mundo pudieran estar contenidas en un mismo lugar, todas las personas podrían recurrir a él para encontrar la palabra correcta”. Peter conservó esa idea como un tesoro secreto y, cuando creció, publicó el primer Tesauro, donde reunió todas sus listas de palabras. Publicado en 1852, El Tesauro de Roget aún sigue imprimiéndose y, a la fecha, muchas personas siguen acudiendo a él cuando necesitan encontrar la palabra correcta. “Las palabras, que Peter aprendió, son muy poderosas; y cuando las ordenó en listas, sintió que el mundo también se ponía en orden.”
Tomás descubre un libro que aún no puede leer por sí solo y quiere que se lo lean, pero ni mamá, ni papá, ni la abuela, ni sus hermanas tienen tiempo. ¡Todos están muy ocupados! Entonces, Tomás hace su propio cuento. Una chistosa historia de gran viveza con páginas animadas por el trazo y el color. En la narración abundan las exclamaciones y onomatopeyas. Es un libro apropiado para practicar la lectura en voz alta y detenerse en la lectura de imágenes.
¿Quién dijo que un día de lluvia no es divertido? El cerdito ha llegado empapado y emocionado donde su amigo el carnero, porque quiere contarle lo que le ha ocurrido mientras llovía: no solo ha aprendido a contar, sino que también ha hecho nuevas amistades. Un día de lluvia es una historia cargada de emoción en donde el humor y la aventura son protagonistas. Sus fascinantes ilustraciones refuerzan que la diversión puede encontrarse en cualquier lugar y circunstancia. Resulta ideal para la lectura de imágenes con los niños.